Musicoterapia

¿Qué es la Musicoterapia?
La musicoterapia hace uso de sonidos, trozos musicales y estructuras  rítmicas para conseguir diferentes resultados terapéuticos directos e  indirectos a nivel psicológico, psicomotriz, orgánico y energético.
Dentro del marco general de la musicoterapia existen muchas tendencias, escuelas y direcciones de aplicación.
Existe  por ejemplo, la musicoterapia ambiental, encargada de diseñar espacios  sonoros amables, acogedores y tranquilizantes en salas hospitalarias y  lugares de concentración pública.
Existe la MIT (Terapia de Entonación Melódica), desarrollada en el  hospital de veteranos de Boston, importante centro de investigación  neuropsicológica, para ayudar a recuperar el habla a enfermos que por  causas diferentes (tumorales, circulatorias), la han perdido. A nivel de  estimulación psicomotriz temprana y dentro de los programas educativos  regulares y especiales, se utiliza ampliamente la musicoterapia como  facilitadora del aprendizaje e inductora de la coordinación.
Hay una  clase de musicoterapia más sutil, que utiliza tonos puros, frecuencias  particulares que hacen parte de un código específico de información que  estimula puntos o zonas del cuerpo físico o del campo energético humano  para equilibrar funciones orgánicas o psicológicas concretas.
¿En qué se basa la Musicoterapia?
Ha sido evidenciado experimentalmente que la música y sus componentes fundamentales (Estructuras rítmicas, escalas, tonos, etc.), producen patrones de actividad eléctrica cerebral coherente. Ello se traduce en una mayor eficacia a nivel del funcionamiento del cerebro no sólo como rector de los procesos cognitivos sino también como regulador de las funciones vegetativas del organismo. Las medicinas vibracionales, han recalcado la importancia de la información electromagnética y su utilización como lenguaje terapéutico dentro del sistema orgánico. Los sonidos son frecuencias electromagnéticas susceptibles de ser utilizadas de manera análoga ala que son utilizados los colores en la cromoterapia.
¿En qué nos puede ayudar la Musicoterapia?
Uno de los usos cotidianos más simples y difundidos de la  musicoterapia es la regulación del estado de ánimo. Utilizamos trozos  musicales para alegrarnos en la depresión o para calmarnos en medio de  estados de excitación producidos por la rabia, el estrés o el temor.
También  podemos utilizar trozos musicales para mejorar el aprendizaje,  ejercicios rítmicos para mejorar la coordinación y la resistencia  física. La música, bien empleada, puede facilitar el contacto con  bloqueos emocionales concretos y producir la catarsis necesaria para la  resolución del conflicto.
Dentro del espectro de la sintergética y  las terapias vibracionales, puede ser fundamental el uso del sonido puro  o de acordes armónicos o inarmónicos para la movilización de energías  particulares con efectos orgánicos concretos.
Origen, historia y desarrollo de la Musicoterapia
La musicoterapia tiene su origen en la noche de los tiempos. Los primeros musicoterapeutas son los chamanes, médicos brujos tribales quienes comienzan a utilizar cánticos, salmodías, susurros y estructuras rítmicas repetitivas para inducir estados de conciencia a nivel colectivo con fines catárticos y religiosos. Se tienen evidencias del uso ritual de la música en casi todas las grandes culturas de la antigüedad. Los griegos y los egipcios nos cuentan acerca de los efectos psicológicos de diferentes escalas y modos musicales. De la misma manera, hindúes, chinos y japoneses antiguos, reconocen en sus ragas y modos pentatónicos, estructuras musicales aplicables a diversas actividades y estados de ánimo. A partir de tales tradiciones, durante el presente siglo se ha sistematizado el estudio de los efectos psicológicos y orgánicos de la música y se ha reconocido a la musicoterapia como vertiente terapéutica de valor concreto.
 
 
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