LA MUSICOTERAPIA

La musicoterapia se basa en el principio de que todos los malestares tienen su origen en el cerebro, el cual manda señales al organismo, produciendo como consecuencia diversos padecimientos.

Mediante la musicoterapia se envían al cerebro sensaciones que lo llevan a la relajación, por lo tanto se anulan los impulsos que producen la enfermedad, obteniendo en la mayoría de las ocasiones resultados sorprendentes.

La música también provoca reacciones en el sistema nervioso, despertando su dinamismo e influyendo principalmente en la memoria y en la actividad intelectual.

Los musicoterapeutas permanecen en constante investigación de los padecimientos físicos y mentales de la sociedad para hacer las terapias más específicas para cada persona.

• En casos de estrés, el cual es percibido por el cerebro, el musicoterapeuta da a escuchar al paciente fragmentos musicales específicos, ayudándolo a contraatacar el efecto negativo.

• Para lograr dormir tranquilamente, la musicoterapia produce un efecto adormecedor mediante instrumentos de cuerda y ritmos suaves semejantes a las canciones de cuna.

• Si se busca la relajación, se utiliza música que mezcle sonidos naturales y electrónicos.

• En el tratamiento contra la depresión se usan melodías tristes que luego llegan a un tono más dinámico.

Si te interesa saber en qué piezas te puedes apoyar para un determinado casos y quieres practicar la musicoterapia básica en casa, te damos una guía que te puede orientar.

• Para obtener más energía: Suite Karalia de Sibelius, Serenata de Cuerdas (Op. 48) de Tschaikowsky, Obertura de Guillermo Tell de Rossini.

• Para aliviar el dolor de estómago: Música para la Mesa de Telemann, Concierto de arpa de Haendel, Concierto de oboe de Vivaldi.

• Para remediar el dolor de cabeza: Sueño de Amor de Liszt, Serenata de Schubert, Himno al Sol de Rimsky-Korsakov.

• Para disminuir la ansiedad: Concierto de Aranjuez de Rodrigo, Las cuatro estaciones de Vivaldi, La sinfonía de Linz, K425 de Mozart.

• Para ayudar a la depresión: Concierto para piano no. 5 de Rachmaninov, Música acuática de Haendel, Concierto para violín de Beethoven, Sinfonía no. 8 de Dvorak.

• Para controlar la hipertensión: Las cuatro estaciones de Vivaldi, Serenata no. 13 en sol mayor de Mozart.

Si tu padecimiento es más severo, te recomendamos que acudas con un especialista. Pero también cuando una música te provoque sentimientos negativos, mejor no la escuches y busca una melodía que te reviva el ánimo y el deseo de sonreír.

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