Dime cuál es tu nombre

El arte de poner nombres estrafalarios no es patrimonio exclusivo de los uruguayos. Un pueblo del interior de Ecuador se lleva las palmas y las carcajadas, con ejemplos como Adolfo Hitler Flores y Burger King Herrera.
Chone, un pueblo de 20.000 habitantes del interior de Ecuador, que se vanagloria de ser la cuna de las mujeres bonitas y los hombres responsables, tiene un curioso promedio de nombres extraños, graciosos o inexplicables. Es así que un juez del pueblo ostenta el dudoso honor de llamarse Adolfo Hitler Flores, según publica el periódico español El Mundo.

Y no es el único, ya que tiene vecinos con el mismo nombre: está Hitler Corral, de profesión mecánico, y Hitler Mendoza.

Los habitantes del pueblo de Chone y por extensión los de la provincia de Manabí, ubicada al este del Pacífico y rodeada por montañas, se destacan por llevar extraños nombres. La información recoge Unidad Nacional Centeno, Burger King Herrera, Alí Babá Cárdenas, Vick Vaporup Gíler, Conflicto Internacional Loor, Cien Pies Pinares, Puro Aguardiente Zambrano, y la lista continúa.

Según el periódico, los manabitas tienen tendencia a abusar de los diminutivos, los nombres tergiversados (como Yoni en lugar de Johnny, Guasintong y Soraya), los clásicos Pericles, Homero, Platón, los héroes americanos, como Simón Bolívar, conquistadores como Napoleón. Incluso en la guía telefónica figuran un tal Frank Sinatra, y el ferretero John Kennedy Suárez.


"A campeonatos de nombres raros no nos gana nadie", comenta Wilson Waner Flores de Valgas, sobrino de Hitler. "Conocí a una tal Alka Seltzer. Le pusieron así porque esas pastillas fueron las únicas que aliviaron los dolores de su madre en el parto", explica, y cuenta que su tío se llama Querido Ecuador.

Enrique Zambrano, director del Registro Civil, no sabe a qué atribuir esa predilección por los nombres no convencionales. Dice que en el registro reposan las actas de Luz Divina, Ford Chevrolet, Selva Alegre, Oferta Bienleída, Sostenes, Semiencanto, Perfecta Heroína, Everguito Coito, Dumas, Sony, Poderoso Melchor o Juan Ob. (por obispo, porque así apocopaba la grafía el santoral que inspiró a sus padres).

Zambrano dijo que no hace mucho inscribió a Sunami (sin la t), y a Roberto .-, con punto y raya. El director del Registro dice que "El padre me dijo que pusiera eso así y no sabía ni qué decirle".

Algunas personas, tras pagar unos pocos dólares, se cambian el nombre, como lo hizo Dos A Uno Angulo, que había sido bautizado así en memoria de un triunfo deportivo, Mary Nissan Loor, en homenaje a la marca japonesa de automóviles, y España Parrales, una peluquera que agradece que la hayan puesto ese nombre y no Santiaga, por haber nacido el día del Santo.

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